Tengo una fantasía muy oscura, sin embargo llevar a cabo lo que uno desea requiere a veces demasiado valor. Y yo soy principalmente una mujer muy tímida en el dormitorio, mis deseos a veces me abruman y simplemente no sé cuándo está bien dejarme ir plenamente o cuando detenerme. Mis padres fueron muy católicos y me enseñaron bastante pronto, lo que está bien y lo que está mal para Dios. Pero algo en mí siempre me ha estado llevando paso a paso hacía un camino que no está muy bien visto por algunas personas.

 Soy una mujer y deseo encontrar el placer junto a una Shemale.

Descubrí esa fantasía en uno de mis recorridos por una página de videos, aquellos cuerpos curvilíneos como el mío despertaban mi hambre, pero eran sus sexos erectos y largos, los que podían llenarme completamente. No sé cuánto tiempo estuve saciándome a mí misma con aquellos videos, me imaginaba subiendo a esas caderas anchas y montándolas, mientras chupaba ese par de pechos voluptuosos.

Con sólo recordarlo siento mi cuerpo calentarse por todas partes.

Cada vez más seguido buscaba algo que me llevará más lejos, un juguete sexual más potente, un video más salvaje, estimuladores. Pero con el tiempo descubrí que necesitaba algo más, una experiencia más real. Y la encontré en Intimates.es, cuando descubrí que podía obtener mi propio amante transexual. 

Encontrarlo fue como hallar el amor verdadero. Aquel torso hiperrealista podía poseer el rostro que quisiera y asegurarme el placer completamente, de la manera en que lo prefería; A solas y sucio. Comprarlo fue sencillo y mi pedido llegó en dos días, sin presentar fallos y sin tener complicaciones. Apenas tuve mi paquete, corrí a encerrarme en mi habitación y mi amante transexual era simplemente increíble, su piel suave asimilaba la temperatura ambiente perfectamente, su sexo era del tamaño ideal para mi cuerpo y sus pechos eran tan firmes y grandes como lo imaginé.

Como siempre me gustó la ropa interior de encaje, cubrí sus pechos con un fino brasier de encaje blanco, acariciando su torno y su sexo suavemente, permitiéndole a mi mente volar cada vez más lejos. Mi boca reemplazó mi mano muy pronto y la bese, chupé y lamía en cada centímetro de piel libre, cuando me desnudé y me senté sobre ella, supe que no necesitaba lubricante, estaba totalmente lista para disfrutar.

Tener aquel pene tan realista y suave enterrado profundamente en mí, me llevó directamente al cielo, pero cuando comenzó a vibrar y moverse en mi interior, fue cuando descubrí realmente lo que significaba tener un orgasmo tan fuerte que te deja incapaz por algunos minutos.

Y aunque en mi cama hay un espacio vacío cuando duermo en las noches, nunca dudo de llenarlo con mi amante transexual, que tiene la capacidad de darme los mejores orgasmos y volver más realistas mis fantasías oscuras.

Dicen que el placer se encuentra en los rincones más insospechados, el mío se encuentra sobre un torso transexual hiperrealista y me encanta.